viernes, 27 de diciembre de 2013

GALLETAS DE NAVIDAD

Hola, os preguntaréis dónde me he metido durante estos días, pues bien, he estado ocupada examinándome para obtener el Certificado de Manipulador de Alimentos de Alto Riesgo y ¡Lo he conseguido! ¡Tenía muchas ganas de tenerlo y ya está en mi mano! Este es mi mejor regalo para esta navidad.
Y para celebrarlo, me he metido entre fogones y me he puesto a hacer galletas de navidad; a mis niños les encantan, también a mis amigos, a mis vecinas... ¿y que mejor regalo para obsequiar a aquellos a quienes queremos, que un detalle dulce? ¡Pués dicho y hecho!
Después de varias horas de hornear y decorar aquí os muestro el resultado. Debo deciros que las galletas típicas de Navidad llevan un ingrediente especial, el jengibre, muy utilizado en repostería en muchas recetas para estas fiestas.
Pocos vegetales poseen tantas propiedades benéficas para la salud como el jengibre. Esta raíz es ideal para aliviar la tos y el dolor de garganta, y es utilizada desde la antigüedad como estimulante gastro-intestinal y del sistema nervioso central. Reduce el cansancio y contiene numerosos antioxidantes. Así que aquí os pongo la receta saludable de mis galletas navideñas que  finalmente he decorado con glasa para darles el toque festivo.

Ingredientes:

  • 225 grs harina.
  • 1 cucharada de jengibre en polvo.
  • 1 cucharadita de canela en polvo.
  • 1/2 cucharadita de clavo en polvo.
  • 1 pizca de sal.
  • 1 cucharadita de bicarbonato sódico.
  • 60 grs de mantequilla sin sal.
  • 50 grs de miel.
  • 60 grs de azúcar moreno.
  • 1 huevo batido.
Para preparar la glasa de la decoración:
Pinchar en el enlace de la receta para preparar la glasa real

Preparación:

En un bol tamizamos la harina, las especias en polvo, la sal y el bicarbonato.
Ponemos en un cazo a fuego muy lento, la miel, el azúcar moreno y la mantequilla, y vamos removiendo hasta que se disuelvan por completo, sin dejar que hierva. Retiramos del fuego y dejamos enfriar unos 15 minutos. Mezclamos ésta preparación con la harina tamizada y removemos con las manos limpias para integrarlo todo. Añadimos el huevo batido y removemos de nuevo. Trabajamos unos minutos la masa, e incorporamos más harina, si fuese necesario, aunque la consistencia de la masa debe quedar algo pegajosa.
Hacemos una bola, la envolvemos en papel film de plástico y dejamos reposar en la nevera durante una hora.
Pasado este tiempo, la sacamos del frigorífico, y estiraremos la masa con un rodillo. Para facilitarnos la tarea, utilizaremos papel vegetal de horno: colocaremos la masa entre dos papeles de horno, y luego la estiraremos con un rodillo, procurando darle el mismo grosor por todos lados. Cuando hayamos estirado la masa, la meteremos de nuevo a la nevera durante 10 minutos.
Mientras precalentaremos el horno a 160ºC y prepararemos una bandeja con papel vegetal.
Sacaremos la masa estirada del frigorífico y cortaremos nuestras galletas con los cortadores de galletas. Los pondremos inmediatamente en la bandeja del horno y los meteremos a cocer durante 12  o 15 minutos o cuando veamos que empiezan a dorarse por los bordes y que están firmes.
Poner a enfriar en una rejilla y cuando se enfríen completamente ya podemos decorarlas.
Os voy a enseñar las fotos de las diversas clases de decoraciones que se pueden hacer. Lo único que tenéis que hacer es dejar volar vuestra imaginación.
Estas galletas tienen una base redonda, y están decoradas con glasa real, con manga pastelera, en forma de flor de pascua. Me parecía un motivo muy apropiado para estas fechas; el número de la boquilla la nº 56 de hoja de Wilton.
 

Si en lugar de decorar con glasa, o con manga pastelera, no os queréis complicar la vida, existen otras opciones mucho más sencillas y al alcance de todos los que no tengáis mucho dominio en el tema de la repostería. Podéis decorar igualmente con fondant o pasta de azúcar: es una masa de azúcar, ya preparada, que se puede comprar hecha en tiendas especializadas de repostería, y que es fácil de manejar. Os explico rápidamente como decorar con fondant: Primero se coge una porción pequeña, una bola del tamaño de la palma de la mano, y se empieza a  amasar y a calentar con las manos; cuando esté blanda, pondremos un poco de azúcar glasé o en polvo en la mesa de trabajo donde vamos a extender la masa con el rodillo, para que no se pegue. Le daremos un grosor no superior a los 3 mm aproximadamente, para que las galletas no resulten muy pesadas. Cuando tengamos la masa extendida, con el mismo cortador de la  galleta, cortaremos la misma forma pero en pasta de azúcar, y lo pegaremos a la galleta con mermelada, o con sirope al gusto.
Finalmente decoraremos con perlitas de azúcar, fideos de chocolate, bolitas de colores, sprinkles, etc. (Para el que no se atreva, puede saltarse el paso del fondant y directamente decorar la galleta con los fideos de chocolate y las bolitas de azúcar).
Yo tengo unos  cortadores en forma de estrella de diferentes tamaños, ¡me encantan! pues con ellos hago estos maravillosos árboles de navidad, para regalar a mis amigos. Las estrellas están pegadas entre sí con glasa real.
  

 
Tengo también un juego de cortadores en forma de circulo, de diferentes diámetros. Con ellos, hago unas preciosas campanas de navidad, ideales para regalar. Para hacer las hojas de acebo, podéis sacar una plantilla en un papel y recortarla. Colocarla en la parte superior de la masa extendida y con la punta de un cuchillo afilado y con mucho cuidado ir cortando en contorno para darle forma a la galleta de hoja de acebo. Debéis perforar cada galleta redonda con un circulo, de tal forma que luego se pueda pasar la cinta por todas ellas para atarlas.


Bueno, y con tantas galletas de navidad, sólo me queda desearos a todos los que leáis esto que paséis unas felices fiestas en compañía de todos los que amáis. Ser felices y disfrutad de estas fiestas. Con todo mi cariño: ¡Feliz Navidad!
 

 Saludos

María José

¡Y no os olvidéis de poner un dulce en vuestra vida!

 
 
 
 
 
 
 

 
 

domingo, 8 de diciembre de 2013

TARTA DE FRUTAS

Hola a todos. Este fin de semana ha sido el cumpleaños de mi suegra ¡Felices 77 Marga! ¡ Y a cumplir muchos más! Y como no le gusta demasiado el dulce, he optado por una tarta muy fácil de hacer y nada empalagosa. Ideal para todos los gustos y estupenda en cualquier temporada del año. Tan versátil que con sólo cambiar la fruta, podemos hacer una refrescante tarta de verano, como una colorida tarta de otoño. En esta ocasión he escogido entre otras frutas: kiwi, piña, melocotón y para adornar, unas guindas. Como podéis ver el resultado es muy apetitoso.
 

 
Es una tarta muy ligera, pues su base está hecha con masa brisa, ya sabéis que es ideal para hacer tartas y quichés. Yo soy fan de esta masa. También utilizo la masa de hojaldre, pero la masa brisa es mi favorita.

Ingredientes:

  • 1 Lámina de pasta brisa (la encontramos en la sección de refrigerados en el supermercado)
  • 1 Sobre de preparado para flan (yo utilizo de la marca Royal)
  • 500 ml de leche.
  • 6 cucharadas de azúcar
  • 1 lata de medio kilo de melocotón en almíbar.
  • 1 lata de medio kilo de piña en su jugo.
  • 1 bote de guindas en almíbar.
  • 1 sobre de gelatina neutra (equivale a 6 hojas de gelatina)
  • 400 ml de agua
  • 100 ml de licor de naranja (tipo Cointreau) se puede poner otro a tu gusto. (opcional) 

Preparación:

En una bandeja apta para horno, extendemos la masa brisa, cubriendo bien toda la superficie  y con un tenedor la pinchamos. 
Precalentamos el horno a 180ºC durante unos 15 minutos. Una vez que esté caliente, meteremos nuestra bandeja de 10 a 15 minutos, o hasta que empiece a dorarse por arriba ( es importante que vigiléis vuestro horno, pues como yo digo, cada horno es un mundo, y si os descuidáis se os puede arruinar vuestra tarta). Cuando esté, la sacaremos y la dejaremos enfriar en una rejilla. 
   
Mientras tanto iremos preparando la crema pastelera, que en este caso  sustituiremos por un sobre de preparado para flan (yo utilizo un sobre de Royal). Ponemos en un cazo 300 ml de leche y cuatro cucharadas de azúcar a calentar a fuego medio. Removemos con unas varillas de vez en cuando,  para que el azúcar se disuelva. En una taza, echaremos el sobre de flan y añadiremos los 200 ml de leche restantes para disolver el preparado. Removeremos con una cuchara, hasta que el preparado del sobre se haya disuelto en la taza de leche. Cuando se haya disuelto por completo, lo vertemos en el cazo que tenemos al fuego y removemos sin dejar que hierva. Cuando veamos que va a empezar a hervir, lo retiraremos del fuego y seguiremos removiendo de vez en cuando con las varillas, para que se enfríe. Cuando se haya enfriado y ya esté a temperatura ambiente, lo echaremos en la base de nuestra tarta y lo repartiremos de forma homogénea con ayuda de una espátula.
 
Llegados a este punto, metemos la base de la tarta con la crema en el frigorífico, durante al menos 10 minutos, mientras que nosotros pelamos y troceamos la fruta que vamos a utilizar para decorar la tarta.
 
Entonces dispondremos la fruta en forma de mosaico y repartiremos la misma encima de la crema a nuestro gusto, pudiendo crear a nuestro antojo el diseño de la tarta de frutas. Aquí os dejo la muestra de cómo quedó la mía. Cada uno puede dejar volar su imaginación para el diseño de su tarta.
Por último, solo nos queda darle un toque de brillo a la fruta. Esto lo hacemos con la gelatina neutra. Mientras dejamos de nuevo la tarta en la nevera. Ponemos a calentar en un cazo 200 ml de agua, a fuego medio. Añadimos dos cucharadas de azúcar y removemos con unas varillas hasta que se disuelva. Aparte en un bol,  echamos el sobre de gelatina neutra y añadimos 200 ml de agua fría y removemos hasta que la gelatina se haya disuelto por completo. Cuando el agua del cazo comience a hervir, añadiremos los 100 ml de licor de naranja, removeremos y dejaremos dos minutos que hierva para que evapore el alcohol. Retiraremos del fuego y añadiremos la mezcla del bol, sin dejar de remover hasta que se disuelva del todo. Removemos de vez en cuando y dejaremos enfriar del todo. Cuando haya alcanzado la temperatura ambiente, lo meteremos en la nevera durante unos 10 a 15 minutos, para que coja cuerpo antes de añadirlo a la fruta. Verteremos la gelatina sobre la tarta y nos quedará así. 

Deberemos dejarla en la nevera de 3 a 5 horas, para que solidifique. Yo prefiero prepararla con un día de antelación; la dejo reposar en el frigorífico toda la noche y al día siguiente está lista para degustar. Espero que os apasione tanto como a mi familia y me dejéis vuestros comentarios. 
 

Saludos

María José

¡Y no os olvidéis de poner un dulce en vuestra vida!

 

domingo, 24 de noviembre de 2013

TARTA DE NATA Y TRUFA

Hola. Este fin de semana he estado ocupada con la tarta de una amiga que cumplía los años ayer, desde aquí quiero felicitarla de nuevo, porque es una persona estupenda y la aprecio muchísimo.¡ Muchas Felicidades Maribel! Deseo que hayas disfrutado un montón con la familia y amigos y que hayas tenido un gran día y un estupendo fin de semana.  Espero que mi tarta os haya gustado a todos y decirte que la hice con mucho cariño. Ya me contarás que os pareció.
Bueno, para los que no habéis visto las fotos, ésta es la tarta que le hice ayer a Maribel.
El bizcocho era de vainilla, relleno de trufa, porque en su familia hay muchos amantes del chocolate y la cobertura es de nata, sí,  nata coloreada con colorante alimentario de venta en sitios especializados en repostería, que da un aspecto precioso a la composición de flores de esta tarta.
La receta del bizcocho, os la daré en breve por si queréis probarlo. Pues es sencillísimo y está muy rico. Lo demás, es trabajo de manga pastelera, los bordes, jugar con las boquillas ya sabéis, paciencia, gusto por la decoración y echarle horas. Hacer flores con la manga, no es tarea fácil. Yo no digo que sea misión imposible, pero todo lleva su tiempo y necesita su técnica. Y como yo siempre digo: que "la paciencia es la madre de la ciencia", pues ya sabéis, a armaros de paciencia y a practicar mucho para coger experiencia, porque a la primera os puedo asegurar que no salen.
Aquí os pongo otro plano para que podáis ver la tarta desde otro ángulo. Me despido como siempre, pidiendo que me dejéis vuestros comentarios, y deciros que me gustaría saber que os parecen mis trabajos y si tenéis alguna idea o sugerencia, me encantaría que me la contaseis.

Saludos

María José

¡Y no os olvidéis de poner un dulce en vuestra vida!

sábado, 16 de noviembre de 2013

TARTA DE CAQUIS

Hola a todos, llevo toda la semana para decidirme entre dos postres otoñales que me encantan, pero al final me he decidido por la tarta de caquis al aroma de anís. Unos amigos estupendos, han tenido el detalle de regalarme una caja entera de caquis, porque saben que en casa nos gustan mucho. Es una fruta de temporada que podemos disfrutar ahora, no solo como postre, cuando está maduro (en casa lo comemos con cucharita) sino también en deliciosos pasteles y tartas.
Pues bien, si os decantáis por hacer este postre. debéis poner en licor los caquis aún sin madurar. Si no lo sabéis, los caquis antes de estar maduros tienen un sabor áspero que es muy desagradable al paladar, esto se llama astringencia, por eso la gente normalmente los consume cuando están maduros, es decir cuando están blandos del todo. Pero ésta fruta también se puede consumir sin madurar si le quitamos la astringencia. Existen varios métodos, pero yo lo hago de la siguiente forma: pelamos los caquis como si se tratara de una manzana y quitamos el tallo. Podemos ver que no tiene hueso ni pepitas, es todo carne, con lo cual aprovecharemos toda la fruta. Cortamos en trocitos pequeñitos cuatro caquis y los ponemos en una fuente, cubriéndolos con licor (yo les he puesto anís) podéis ponerle ron, u otro licor que os guste. En un plato hondo, he fileteado con una mandolina otro caqui (éste lo utilizaré para decorar por encima) que pondré a macerar cubriéndolo con el mismo licor. Los caquis tendrán que macerar como mínimo 24 horas para que pierdan la astringencia, cubiertos con un film transparente. 
Este paso lo podemos realizar la víspera, así cuando vayamos a hacer la tarta, los caquis estarán a punto para poder ser usados en nuestra tarta. 

Ingredientes:

  • 900 grs de Caquis (4 caquis grandes o 5 caquis medianos)
  • 2 Láminas de masa brisa ya preparada (se pueden encontrar en refrigerados)
  • 180 grs de Azúcar
  • 250 ml de Anís ( Se puede sustituir por otro licor de preferencia: ron, calvados, etc) para poner a macerar la fruta un día antes.
  • 110 grs de Harina (tamizada)
  • 5 Huevos grandes (4 para la masa y 1 huevo para pintar la cobertura)
  • 80 grs de Mantequilla (a temperatura ambiente)
  • 1 cucharilla de levadura (2,5ml)
  • 2 cucharaditas de canela en polvo (5 ml x 2)
  • una pizca de sal.

Preparación:

Primero untaremos con mantequilla un molde circular (yo he usado uno de 26 cms de diámetro).







Forraremos dicho molde con una lámina de pasta brisa y pincharemos el fondo con un tenedor repetidas veces.
En el bol  de la batidora, podremos cuatro huevos que batiremos con el accesorio de las varillas,  iremos incorporando el azúcar en forma de lluvia, hasta que los huevos, cambien a un color más claro, adquieran una textura esponjosa y doblen su tamaño.
Añadimos la mantequilla y seguimos batiendo hasta que se integre.
Aparte en una fuente, tamizaremos la harina, la levadura, y la sal y lo reservaremos.
Llegados a éste punto,  pondremos a escurrir en un colador, los caquis que cortamos en trocitos  y que teníamos macerando en licor, para que suelten todo el líquido y no encharquen nuestra tarta.  También pondremos a escurrir las láminas de caquis fileteadas que teníamos en otro bol.
Añadiremos la harina tamizada a la masa batida, de cucharada en cucharada, mientras que la batidora funciona a velocidad media. Seguiremos batiendo hasta incorporarla toda. Cuando se haya integrado, añadiremos los trocitos de caquis ya escurridos, mezclándolos con ayuda de una espátula  con movimientos envolventes, es decir,  de abajo hacia arriba.
Volcamos la masa en el molde forrado y repartimos con la espátula. Colocaremos encima las láminas de caquis, a las que habremos escurrido el licor. Espolvorearemos por encima con la canela en polvo. Por último, cogeremos  y extenderemos la otra lámina de pasta brisa, para "tapar" la tarta. se puede cerrar por completo, (como las tartas de manzana inglesas) o como yo he hecho en este caso, hacer como un enrejado, para que se vea la fruta por debajo.
Pintamos con huevo batido toda la superficie de la tarta y la metemos al horno a 220 ºC durante 10 minutos. Luego bajaremos la temperatura a 170º C durante 40 minutos más y los 10 últimos minutos bajaremos a 160ºC. Con esto conseguiremos que el bizcocho quede esponjoso y tierno por dentro, aunque dorado por fuera. De todas formas vigilad vuestro horno e ir comprobando si se va dorando por arriba y cociendo por dentro. A los 40 minutos se puede pinchar un palillo, yo utilizo una brocheta larga de madera, y cuando sale limpio, ya está listo. Lo sacamos y lo dejamos enfriar totalmente.
Se puede dejar tal cual o podemos acompañarlo con nata montada.  Al ser un pastel de frutas le va de maravilla y no resulta nada empalagoso.  En la foto de debajo a la derecha podéis ver en el corte, los trocitos de caqui. Si os gustan las tartas de frutas, estoy segura que ésta os va a encantar por su sabor y ese toque dulce del anís.









Bueno, eso es todo. Espero que os animéis con está deliciosa receta llena de vitaminas, y tan a mano en ésta época del año. ¡Aprovechad la fruta de temporada, es la mejor y está a buen precio! Deseo que os guste esta tarta y que me dejéis vuestros comentarios.

Saludos

María José

¡Y no os olvidéis de poner un dulce en vuestra vida!
  

lunes, 11 de noviembre de 2013

TARTA DE CASTAÑAS

Hola amigos, hoy lunes comenzamos la  semana con una receta laboriosa pero exquisita. Es una receta familiar, típica de otoño,  a la que no me he podido resistir: la Tarta de Castañas. Ahora os cuento como la preparamos en casa.

Ingredientes:

Para el bizcocho:
  • 3 Huevos
  • 125 grs de azúcar
  • 100 grs de harina
  • 50 grs de maicena
  • 2 cucharaditas rasas de levadura en polvo
  • Ralladura de la piel de una naranja.

Para la crema de castañas (cobertura de la tarta):
  • 200 grs de castañas peladas, frescas.
  • 100 ml de caramelo líquido (puede ser Royal o se puede preparar de forma casera)
  • 300 ml de nata para montar (35,1% M.G)
  • 65 grs de azúcar glasé. (según gusto)
  • un chorrito de licor de anís.

Para la crema de relleno:
  • 100 ml de zumo de naranja
  • 125 grs de queso fresco tipo Quark o Philadelphia
  • 50 grs de azúcar
  • 5 Hojas de gelatina blanca
  • 300 ml de nata para montar (35,1% M.G)

Para adornar:
  • Cobertura de chocolate negro o con leche, para rallar y decorar por encima de la tarta.

Preparación:

En un bol, batir los huevos con el azúcar hasta que ésta se disuelva por completo. Seguir batiendo hasta obtener una mezcla clara y espumosa. Añadimos la ralladura de naranja y seguimos batiendo. Mezclar la harina con la maicena y la levadura en polvo, tamizarla por encima e incorporarla.
Encamisamos el molde (engrasamos un molde de 24 cm con mantequilla y le espolvoreamos con harina). Precalentamos el horno a 180ºC.
Rellenamos el molde con la masa y lo metemos al horno durante  25 o 30 minutos, o hasta que se empiece a dorar por arriba y al introducir un palillo o brocheta en su interior, éste salga limpio. (No abrir el horno antes de los primeros veinte minutos de cocción, si no queremos que se nos baje el bizcocho).
Cuando el bizcocho esté cocido, lo sacamos y dejamos enfriar unos diez minutos antes de desmoldar. Pasado este tiempo lo desmoldaremos y lo colocaremos en una rejilla hasta que se enfríe totalmente. Cuando se haya enfriado completamente, se corta una vez, por la mitad.

Vamos a preparar la crema de castañas y para ello las vamos a pelar, quitándoles la cáscara y las pondremos en una olla a fuego moderado. Echaremos agua hasta cubrirlas y añadiremos al agua de cocción un chorrito de´licor de anís para que les de sabor. Calcularemos de 15 a 20 minutos, o hasta que comprobemos que al pincharlas con un tenedor están tiernas. seguidamente las retiraremos del fuego. Y dejaremos enfriar para poder quitarles la fina piel interior de color marrón que se pela tan mal. Con este truco os tengo que decir, que no tardaréis nada en pelarlas, es muy fácil y rápido si lo hacéis como os digo.
Mientras se enfrían las castañas, vamos a preparar la crema de relleno que vamos a utilizar para el interior de la tarta que es una crema de naranja. Para ello, ponemos a hidratar la gelatina 10 minutos en agua fría. Pasamos a un bol, el zumo de naranja y echamos en él  el azúcar, lo removemos bien hasta que se disuelva por completo. Dejamos fundir la gelatina hidratada en el agua escurrida en una cacerola a temperatura moderada y la incorporamos al zumo de naranja. Vamos removiendo con unas varillas de vez en cuando y dejamos que se enfríe. Cuando ya esté templado incorporaremos el queso fresco y removeremos hasta crear una mezcla homogénea. En este punto, montaremos a punto de nieve la nata y la incorporaremos con nuestra crema de naranja, con movimientos envolventes, es decir de abajo hacia arriba hasta que se integre, procurando que no se baje.
Pasaremos la parte inferior del bizcocho que acabamos de cortar, a un plato para tartas, colocaremos alrededor un aro de repostería o un molde desmontable y rellenaremos con la crema de naranja que acabamos de preparar.




Alisaremos la parte de arriba y taparemos con la otra mitad del bizcocho. Meteremos en la nevera y dejaremos enfriar como mínimo dos horas, para que la gelatina se solidifique.




Ahora vamos a preparar la cobertura de la tarta, que es una crema de castañas con la que cubriremos toda la tarta, para darle nuestro particular toque otoñal.
Una vez peladas y escurridas las castañas,  ya cocidas, las ponemos en un bol y las trituramos con la batidora haciendo un puré. Como se formará una pasta muy espesa, añadiremos el caramelo líquido y la nata líquida para montar y batiremos energicamente para que se mezcle todo bien, observaremos como cambia de color a un marrón dorado. Cambiaremos el accesorio de la batidora por las varillas y montaremos nuestra crema de castañas. Llegados a este punto, añadiremos unas cucharaditas de azúcar glasé a la crema y batiremos de nuevo para endulzarla según nuestro gusto. Reservaremos en la nevera, hasta el momento de usar.

Transcurridas dos horas de haber refrigerado nuestro bizcocho y teniendo montada ya la crema de castañas que vamos a utilizar para cubrir la tarta, sacamos nuestro bizcocho de la nevera para decorarlo. Le quitaremos el aro del molde y procederemos a cubrirlo con la crema de castañas.


Con una espátula de repostería, o en su defecto un cuchillo de punta redonda, extenderemos la crema de castañas por toda la tarta, cubriendo en su totalidad el bizcocho, tanto por la parte de arriba como por los laterales. Intentaremos repartir bien la crema de castañas por todo el exterior de la tarta, dejando los lados lisos y de igual grosor. Con una manga desechable de repostería, o si no tenemos podemos usar una bolsa de congelación, cortaremos el extremo e insertaremos una boquilla en forma de estrella. Con la boquilla, haremos un borde decorativo para nuestra tarta, tanto arriba, como en la base de la misma.

Por último, una vez terminados los bordes, rallaremos cobertura de chocolate negro o chocolate con leche y la esparciremos por la parte superior de la tarta. Y ya está. Es un poco laboriosa la preparación de esta tarta, pero os aseguro el éxito garantizado.
Está buenísima. Y es una forma saludable de comer frutos de otoño tan aromáticos y nutritivos como son las castañas. Espero que os animéis a hacerla y me dejéis vuestros comentarios.








Saludos

María José

¡Y no os olvidéis de poner un dulce en vuestra vida!

jueves, 7 de noviembre de 2013

CUPCAKES DE VAINILLA

Hola amigos, hoy os traigo una receta muy rica para que os endulcéis la vida.  Son unos cupcakes de vainilla, ideales para tomar en cualquier ocasión. Os cuento lo que necesitaremos para prepararlos...

Ingredientes:

Para las magdalenas (cupcakes)
  • 120 grs de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente)
  • 120 grs de azúcar glasé (azúcar en polvo)
  • 2 huevos medianos
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 145 grs de harina leudante (este tipo de harina ya incluye la levadura. Es especial para hacer bizcochos. Con ella las magdalenas quedan más esponjosas y tiernas)
  • una pizca de sal.
  • Cápsulas de papel para magdalenas.

Para el glaseado de vainilla (Buttercream de vainilla)
  • 150 grs de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente)
  • 250 grs de azúcar glasé
  • 1 cucharadita y media de extracto de vainilla
  • 1 cucharadita de nata para montar (35,1% de M.G)
  • una pizca de sal.
  • Manga pastelera desechable ( o una bolsa de las de congelación)
  • Boquilla grande de estrella
  • Bolitas plateadas para decorar.

Con estas proporciones salen apróximadamente una docena de cupcakes.

Preparación:

Comenzamos precalentando el horno a 180ºC.  Yo utilizo una bandeja metálica para cupcakes, que cubro con las cápsulas de papel, de esta manera evito que al hornear mis magdalenas éstas se abran.

Con una batidora eléctrica de varillas, batimos la mantequilla  que estará blanda (a punto pomada) y el azúcar en polvo,  hasta que quede una crema ligera y esponjosa. Añadiremos el extracto de vainilla, y loa huevos uno a uno hasta que se hayan mezclado  bien. Ahora toca añadir la harina que previamente habremos tamizado junto con la sal. Añadimos de cucharada en cucharada.  Batimos de nuevo hasta que esté todo bien integrado.
Repartimos la mezcla en las cápsulas de papel (recordad que las cápsulas de papel no se deben llenar al completo, echaremos la masa hasta llenar las 2/3 partes de la cápsula) y horneamos durante 20 minutos, o hasta que veamos que se empieza a dorar por arriba, entonces introduciremos un palillo o brocheta de madera, y si el palillo sale limpio, las cupcakes estarán cocidas. Sacaremos del horno y dejaremos  reposar cinco minutos. A continuación desmoldaremos las cupcakes y las trasladaremos a una rejilla para que se enfríen por completo.
Mientras prepararemos el glaseado de crema de mantequilla. Es importante que tamicemos el azúcar en polvo para que no se formen grumos.  Batimos la mantequilla (que deberá estar a temperatura ambiente) y a continuación añadiremos el azúcar glasé previamente tamizado de cucharada en cucharada. Echaremos el extracto de vainilla y  una cucharadita de nata para montar. Observaremos que la textura se vuelve más sedosa y cremosa.
Vertiremos en glaseado en una manga desechable o en su defecto podemos utilizar una bolsa de congelación  a la que le habremos insertado una boquilla grande de estrella en un extremo. Sostendremos  el extremo de la boquilla con la mano izquierda y apretaremos la parte superior de la manga con la mano derecha para que el glaseado salga.
Comenzaremos haciendo un círculo por el borde del cupcake y seguiremos haciendo espirales hacia el centro. Decoraremos con una bolita plateada. Me gustaría que os animárais a probarlos. Espero vuestros comentarios.

Saludos

María José

¡Y no os olvidéis de poner un dulce en vuestra vida!

miércoles, 6 de noviembre de 2013

BUNDT DE CALABAZA

Buenas tardes amigos. Uno de mis frutos favoritos de otoño es la calabaza. Me encantan todos los postres que se pueden hacer con ella: buñuelos, pastelitos, tarta de calabaza, bizcocho de calabaza  y por supuesto el riquísimo cabello de ángel, entre otros. Es muy versátil, jugosa y da una textura maravillosa a los bizcochos. Por eso en esta ocasión voy a poneros una receta muy fácil y muy rica cuyo ingrediente principal es la calabaza.

Ingredientes:

  • 300 grs de calabaza (pelada, troceada y limpia de semillas)
  • 300 grs de azúcar
  • 300 grs de harina
  • 3 huevos grandes
  • 85 ml de aceite de girasol
  • 1 sobre de levadura en polvo
  • 1/2 cucharilla de bicarbonato
  • una pizca de sal
  • un poco de mantequilla para engrasar el molde.
  • Dos cucharadas de azúcar glasé para espolvorear el bizcocho.

Preparación:

Ponemos a cocer la calabaza en una cazuela a fuego medio, durante unos 15 o 20 minutos, hasta que esté tierna. (Yo suelo cocerla al vapor para que no pierda sus propiedades y se mantenga todo el sabor de la calabaza).
Entretanto, engrasamos el molde que vayamos a utilizar. Lo untamos con un poco de mantequilla y comprobamos que las paredes y la base estén totalmente engrasadas, para que no se nos pegue el bizcocho. Después de esto, echamos en nuestro molde una cucharada de harina y lo esparcimos bien por todo el molde, lo iremos girando de manera que la harina se vaya pegando a la mantequilla (esto se llama encamisar un molde). Podéis usar un molde redondo, o cualquier otro que tengáis a mano, pero yo suelo usar uno rizado que me gusta mucho, porque los bizcochos en este formato quedan muy bien, y luego se cortan fácilmente siguiendo los propios surcos del molde

Bien cuando ya tenemos cocida la calabaza, (si la cocemos de forma tradicional, escurrimos bien el agua) y añadimos el azúcar. Mezclamos con la batidora hasta hacer un puré. Vamos añadiendo los huevos uno a uno y mezclamos bien con la batidora.
Mientras tanto, podemos ir precalentando el horno a 180ºC.
Después añadimos el aceite y por último la harina, la sal, la levadura y el bicarbonato (que previamente habremos tamizado, ya sabéis que es importante pasar todos los ingredientes secos por un colador, para que luego no se formen grumos y el bizcocho quede más esponjoso).
Vertemos la masa en el molde y lo metemos al horno durante unos 35 a 45 minutos (tenéis que vigilar el horno, siempre os lo digo, ya que cada horno es diferente y así controlaréis vosotras mismas el tiempo de cocción del vuestro) cuando veáis que se empieza a dorar por arriba, podéis comprobar que tal va la cocción interior, insertando  en el bizcocho,  un palillo largo o  una brocheta de madera. ( No abrir el horno antes de los veinticinco primeros minutos, pues el bizcocho se os bajaría y quedaría chafado). Pues bien, si metéis el palillo y éste sale limpio, es que el bizcocho ya está cocido.
Lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar unos diez minutos. Entonces lo desmoldamos y lo pasamos a una rejilla para que se termine de enfriar del todo.
Cuando ya esté frío, lo pondremos en una bandeja y lo serviremos espolvoreado con azúcar glasé.

Es ideal para desayunar, tomar el té o un café con las amigas, e incluso para merendar. Su  delicioso sabor gusta hasta los niños,  además aporta a nuestra dieta muchas vitaminas y numerosas propiedades beneficiosas para la salud. Os animo a que  hagáis  este bizcocho y que probéis lo rico que está. Estoy segura que os sorprenderá.

Saludos

María José

¡Y no os olvidéis de poner un dulce en vuestra vida!

 


martes, 5 de noviembre de 2013

TARTA DE CHOCOLATE BLANCO

Este fin de semana ha sido el aniversario de bodas de una amiga. Le encanta el chocolate blanco y a su familia también. Y me pidió que le hiciera una tarta de chocolate blanco.



Como yo se que a ella este pastel la vuelve loca, he decidido escribir este post para decirle que se anime y que pruebe a hacerlo en casa, que seguro que también le sale para chuparse los dedos. ¡Va por ti Mercedes!
Bueno,  pues esta es la lista de ingredientes que necesitamos para confeccionar este delicioso pastel de chocolate blanco con decoraciones en chocolate negro.

Ingredientes:

Para el bizcocho:
  • 350 grs. de harina
  • 1 sobre de levadura en polvo
  • 250 grs de mantequilla sin sal (a temperatura ambiente)
  • 500 grs de azúcar glasé
  • 250 ml de suero de leche (se puede sustituir por 2 yogures naturales)
  • 6 claras de huevo
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla
  • 1/2 cucharadita de sal.

Para el relleno y la cobertura:
  • 350 grs. de chocolate blanco partido en trocitos
  • 1 cucharita de mantequilla sin sal
  • 175 ml de nata para montar
Para la decoración:
  • 75 grs de chocolate negro.

Preparación:

Lo primero que haremos será precalentar el horno a 180º C durante unos 10 minutos. Y mientras nuestro horno se calienta, engrasaremos el molde del pastel con un poco de mantequilla. Cuando esté bien engrasado, verteremos una cucharita de harina y le iremos dando la vuelta al molde, para que la harina se pegue en las paredes del molde de forma uniforme. Una vez que nuestro molde está totalmente engrasado y enharinado, sacudimos el exceso.

El paso siguiente será tamizar la harina, la levadura, y la sal en un cuenco grande y lo reservaremos.
En el bol de la amasadora, echaremos la mantequilla que deberá estar a temperatura ambiente y añadiremos  unos 300 grs de azúcar glasé. Batiremos con las varillas hasta obtener una consistencia ligera y cremosa. Cuando hayamos integrado el azúcar,  le echaremos el suero de leche ( o si no tenemos,  lo sustituiremos por yogur natural). Añadiremos el extracto de vainilla y cuando esté todo integrado, iremos echando la harina poco a poco.

En otro cuenco aparte, pondremos las claras de huevo y las batiremos con la batidora eléctrica (con el accesorio de varillas) hasta montar las claras a punto de nieve. Añadiremos  el resto del azúcar glasé,  poco a poco, hasta conseguir que las claras tengan una consistencia firme y al levantar la batidora se forme un pico.

En este punto, incorporaremos las claras montadas a punto de nieve a nuestra masa de bizcocho. Lo haremos con movimientos envolventes, para que las claras no se bajen , es decir,  de abajo hacia arriba.

Hecho esto, verteremos la masa en nuestro molde repartiéndola de manera uniforme y hornearemos de 35 a 45 minutos o hasta que al pinchar el bizcocho con un palillo, éste salga limpio.
Cuando el bizcocho ya esté cocido, lo sacaremos del horno y lo pasaremos a una rejilla para que se enfríe por completo.

Mientras que esto sucede, procederemos a elaborar el relleno para nuestra tarta:
Pondremos a calentar un cazo con la nata para montar y la mantequilla. en cuanto la nata comience a hervir, retiraremos del fuego y le añadiremos el chocolate blanco troceado. Dejaremos reposar dos minutos y removeremos suavemente con unas varillas, hasta comprobar que el chocolate se ha deshecho por completo en la nata.

Removeremos de vez en cuando y dejaremos templar a temperatura ambiente como mínimo unas seis horas (aunque yo lo dejo toda la noche). Pasado este tiempo, montaremos la crema con una batidora de varillas, para darle una textura cremosa y suave para que podamos extenderlo en nuestra tarta.

Cortaremos nuestro bizcocho por la mitad y rellenaremos de crema de chocolate blanco. Colocaremos la parte superior del bizcocho y cubriremos  todo el pastel con la misma crema. Si queremos que la decoración sea más profesional, echaremos un poco de crema en una manga pastelera a la que le habremos puesto una boquilla de estrella abierta (por ejemplo la número 21 de Wilton) y realizaremos un borde vistoso con dicha boquilla.

Para el resto de la decoración superior que veis en el pastel, derretimos el chocolate negro en el microondas a baja potencia, con mucho cuidado que no se nos queme. Cuando el chocolate esté fundido y con ayuda de una espátula lo extenderemos en una bandeja pequeña que habremos forrado previamente con papel de horno, haciendo una plancha fina de chocolate. Y lo meteremos en el congelador durante un par de minutos.
Lo sacaremos para ver si se ha solidificado y antes de que esté duro por completo, marcaremos con la punta de un cuchillo varios triángulos ( lo marcamos cuando el chocolate está aún blando para que luego podamos cortarlos mejor y el triángulo no se nos rompa). Lo volveremos a meter al congelador y pasados diez minutos los sacaremos y los partiremos con cuidado. ¡Ya estan listos para poner en nuestra tarta!

Si os parece demasiado difícil y no queréis complicaros la vida, sin partir el chocolate negro, podréis utilizar un pelador de verduras para hacer unas sencillas virutas de chocolate. Seguro que así también os quedará fenomenal.
Tambien deciros que si os gusta el chocolate negro, solo tenéis que cambiar el tipo de chocolate y tambien está deliciosa.
El resto de la decoración os lo dejo a vuestra imaginación.
Espero que disfrutéis de esta tarta maravillosa.

Saludos

María José

¡Y no os olvidéis de poner un dulce en vuestra vida!