¡Felicidades a todas las mamás del mundo! y en especial a mi madre a quien adoro y a la que dedico este post. Ayer fue el día de las Madres. En España celebramos este maravilloso día el primer domingo de mayo, aunque en otros países se celebra en diferentes fechas. No es necesario decir que las madres son el timón de nuestras vidas, nuestro norte, nuestro modelo a seguir, el ejemplo de sacrificio y desvelo por nosotros, nuestro soporte en tantos y tantos momentos, buenos y malos; tan importantes en nuestras vidas que no sabría explicarlo sin extenderme tanto que tendría que escribir más de un post para no olvidarme señalar nada. Pero voy a ser breve y resumiré:¡LAS MADRES SON LO MAS GRANDE QUE HAY!. Y en honor a ellas, no podría dejar pasar la ocasión de felicitarla con un dulce detalle: Galletas para el día de la madre. La mejor manera que se me ha ocurrido es decírselo con flores. ¡A ver que os parecen!
Las galletas son de mantequilla con sabor a vainilla, (si queréis la receta pinchad aquí) , ¡os puedo asegurar que salen buenísimas!
La decoración está realizada con glasa y manga pastelera. He utilizado una boquilla de flor, de la marca Wilton (existen varios modelos) y la verdad es que quedan muy bonitas y son sencillas de hacer. Lo importante para que salgan bien las flores, es la consistencia de la glasa: tiene que ser firme, es decir, que podamos realizar con ella la forma de las flores.
Si la glasa está demasiado liquida, el dibujo no se mantendrá, y no se pondrán apreciar las florecillas. La receta de la glasa la tenéis aquí, aunque debéis recordar, que como se trata de hacer flores, debéis aumentar la cantidad de azúcar glass, para conseguir la textura adecuada. Por ello, os recomiendo ir añadiendo poco a poco cucharadas de azúcar en polvo, hasta que veáís que al levantar la cuchara se forman, picos firmes y que la consistencia es la correcta.
¡Felicidades Mamá!
Las galletas son de mantequilla con sabor a vainilla, (si queréis la receta pinchad aquí) , ¡os puedo asegurar que salen buenísimas!
La decoración está realizada con glasa y manga pastelera. He utilizado una boquilla de flor, de la marca Wilton (existen varios modelos) y la verdad es que quedan muy bonitas y son sencillas de hacer. Lo importante para que salgan bien las flores, es la consistencia de la glasa: tiene que ser firme, es decir, que podamos realizar con ella la forma de las flores.
Si la glasa está demasiado liquida, el dibujo no se mantendrá, y no se pondrán apreciar las florecillas. La receta de la glasa la tenéis aquí, aunque debéis recordar, que como se trata de hacer flores, debéis aumentar la cantidad de azúcar glass, para conseguir la textura adecuada. Por ello, os recomiendo ir añadiendo poco a poco cucharadas de azúcar en polvo, hasta que veáís que al levantar la cuchara se forman, picos firmes y que la consistencia es la correcta.
Ya sabéis, una vez que tengáis la glasa a punto, se puede separar en tazones y teñir con colorante alimentario de los colores que más os gusten. Colocáis en mangas desechables y ya está. Recordad que entre color y color debéis dejar secar antes mínimo una hora, para que los colores no se mezclen.
Aquí tenéis un detalle dulce que a vuestras madres conquistará. A la mía le encantó.¡Felicidades Mamá!
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