jueves, 23 de abril de 2015

ROSAS DE MERENGUE

¡Hola de nuevo! En primer lugar quiero felicitar a todos los Jorges o Jordis por ser hoy su onomástica. También es una fecha muy señalada  porque es el Día Internacional del Libro. Desde siempre hemos celebrado esta tradición en casa,  yo tengo la costumbre de regalarle a mi marido y a mis hijos un libro,  (cuando eran pequeños les regalaba cuentos). Y ellos a mi una flor (aunque fuera pintada en un dibujo). 
Este año he sido yo quien ha pensado en regalar a todo el mundo flores, por eso,  he decidido preparar esta sencilla receta para endulzar a la gente que quiero.

Ingredientes:

  • 120 ml  Clara de huevo (yo utilizo clara de huevo pasteurizada)
  • 300 gr Azúcar glasé (tiene que ser azúcar en polvo, no vale granulada)
  • 2 cucharaditas de esencia al gusto (fresa, vainilla, etc. yo use en este caso la de fresa de la marca Lorann)
  • Colorante alimentario (opcional)
  • Una pizca de sal

Preparación:

Tamizamos el azúcar glasé y reservamos. En un bol grande ponemos las claras de huevo que deberán de estar a temperatura ambiente y la pizca de sal.










Con unas varillas eléctricas batimos bien hasta que las claras estén muy espumosas. En ese momento comenzamos a añadir el azúcar que hemos tamizado previamente en forma de lluvia, sin dejar de batir, hasta conseguir un merengue firme que haga picos. Esto lo vemos, cuando levantamos el accesorio de batir y el merengue hace un pico duro que no se baja.
Añadimos el sabor que más nos guste (esencia de vainilla, café, etc yo he añadido en esta ocasión fresa) y para que nuestra presentación quede mucho más atractiva, añadimos una pizca de colorante en gel o pasta ( de venta en tiendas especializadas de repostería) yo he puesto un poquito de rojo, porque quiero que mis rosas salgan de color rosa clarito.
Llegados a este punto, montamos una manga pastelera, con una boquilla grande de estrella abierta, y rellenamos la manga con nuestro merengue.

TIP: Os voy a explicar un truco para dar un efecto muy bonito a las rosas de merengue. Con la manga vacía, justo antes de llenarla de merengue, pintamos, con un palillo en las paredes de nuestra manga desechable, unas lineas verticales con unas gotas de colorante en pasta. Luego llenamos la manga como de costumbre. Al trazar la espiral de la rosa,  siempre desde el centro hacia afuera en el sentido de las agujas del reloj, se dibujarán  unas lineas más oscuras de tono, que darán un aspecto más sofisticado a nuestra creación.
Precalentamos el horno a 150º C lo colocamos en la posición de calor arriba y abajo. En una bandeja de horno colocamos las cápsulas de papel que utilizaremos para las rosas. Y las vamos rellenando con la manga pastelera.
Metemos al horno durante 45 minutos a una hora. Eso lo debéis comprobar vosotros ,depende  de cada horno. Debéis intentar que no se doren por la parte de arriba, deben quedar lo más blanco posible. Cuando al tocar la parte de arriba esté seca y dura y no se os peguen los dedos, ya estarán listos. Apagamos el horno, dejamos un poquito entreabierta la puerta, solo unos centímetros y los dejamos dentro para que se terminen de enfriar por completo. (Si se sacan pronto, se resquebrajan y se rompen al cambio de temperatura del calor al frío).
Deben quedar secos y muy crujiente.
Con un aspecto delicado y bonito. ¿Qué os parecen? Espero vuestros comentarios y sugerencias. No dudéis en preguntarme cualquier duda, encantada os la resolveré.

Bueno, os dejo en buena compañía, no hay nada mejor que un buen libro y una flor, aunque sea para endulzarse la vida.
¡Feliz día del libro amigos!

P.D. Si queréis ver la entrada del año pasado del día del libro, una tarta en forma de libro antiguo espectacular,  pinchad en el enlace siguiente "TARTA DIA DEL LIBRO" Os aseguro que os gustará.

Saludos

María José

Y  recuerda... ¡pon un dulce en tu vida!



miércoles, 22 de abril de 2015

TARTA TELEFÉRICO

Hola a todos. Esta semana ando bastante liada porque se acerca la época de las comuniones y estoy trabajando a fondo en un muestrario de galletas de comunión de niña. Cuando las tenga terminadas, os pondré las fotos para que las veáis. Pero hoy os traigo la tarta de cumpleaños de Ramón un pequeño de cuatro años, ¡que me encanta! porque tiene su propia personalidad: Inquieto, observador, inteligente y con mucho carácter. Él ha sido una de las personas que me lo ha puesto más difícil a la hora de pedirme que le haga su tarta de cumpleaños. El año pasado, me pidió un extintor de tarta (si queréis echarle un vistazo podéis pinchar aquí).
Este año su madre me dijo que le apasionaban los teleféricos y también los trenes; a esas dos pistas empecé a darles vueltas en mi mente hasta lograr una idea que fusionara ambas, y este ha sido el resultado.
Un pueblecito pequeño, en un valle con un pequeño lago con patitos, un tren con su parada y unas montañas con un teleférico para poder disfrutar de todas las vistas.
En esta ocasión el reto era montar el teleférico sin que se cayera todo el invento. La idea consistía en montar unos soportes que harían de "estación" para el teleférico, esos soportes los hice con palitos de chocolate Mikado, pegados entre sí con chocolate negro fundido. Para el teleférico modelé una pequeña cabina de fondant en miniatura y la pegué con chocolate fundido en un cable improvisado de regaliz rojo. El tren, el pueblo, el lago y la parada del tren todo realizado en fondant.(los soportes de la parada del tren, también con palitos de Mikado).
En el frente de la tarta, unos Lacasitos con el nombre del niño y una locomotora de tren que a través de un túnel da la vuelta a la montaña.
El bizcocho de la tarta es de chocolate, relleno de buttercream de vainilla. Las montañas y la cobertura de la tarta de ganaché de chocolate negro y la hierba de crema de vainilla.


Vista de la vía que atraviesa el túnel y rodea la montaña

Esta es la vista general de la tarta antes de ponerle el teleférico.
Y ésta con el teleférico instalado. ¿Qué os parece?
Disfruté muchísimo haciendo esta tarta porque este tipo de trabajo es el que desarrolla mi imaginación y pone a prueba todas mis habilidades. Conseguí que toda la tarta fuera completamente comestible, que eso de por sí ya es un gran reto. Creo que este año también puedo decir -¡Reto superado!-
Sólo me queda comentaros que lo pasamos de maravilla en el cumpleaños, los niños se divirtieron un montón y que al cumpleañero le gustó la tarta y se comíó el teleférico y el tren ¡él solito!.
¡Muchas felicidades Ramón, qué cumplas muchos más! Gracias por compartir con nosotros un día tan especial y divertido. ¡Un besote enorme!


Saludos

María José

Y  recuerda... ¡pon un dulce en tu vida!


domingo, 12 de abril de 2015

TARTA BOLSO DE ROSAS

¡Hola a todos! Ayer fue el cumpleaños de mi amiga Eva. Somos amigas desde que nuestros hijos eran muy pequeños y durante todo este tiempo que la he ido conociendo, me ha parecido la persona más lógica y razonable del mundo, y así me lo ha demostrado a lo largo de los años. Como todos y cada uno de nosotros, ella también tiene su carácter pero es una bellísima persona. Sencilla, reservada, sincera y con un gran corazón, esas son sus señas de identidad. Hemos compartido la rutina diaria, las vacaciones, secretos e inquietudes. Hemos reído y llorado juntas. Cada vez que he necesitado su ayuda, ha estado ahí, incluso sin pedírsela. Sabe si algo me preocupa y se preocupa por mí y por mi familia. Cuando las cosas nos van bien a todos, todos tenemos muchos amigos con los que compartir los buenos momentos, pero cuando las cosas no te van tan bien, los buenos amigos son los que se quedan a tu lado y te apoyan, el resto "te abandona, como el desodorante". Eva siempre ha estado ahí, en lo bueno y en lo malo y eso para mí es suficiente. Es una AMIGA, con mayúsculas, bueno más que una amiga,  para mi es como si fuese una hermana.
Y en este día tan señalado para ella,  tenía que hacerle un regalo. Yo se que le gustan mucho las tartas de frutas, pero esta vez no quería regalarle una tarta sencilla. Llevaba tiempo deseando hacer una "tarta bolso de rosas", me parecen tan delicadas y elegantes que ésta era la ocasión perfecta puesto que se trataba de un detalle muy especial. Y éste ha sido el resultado...
El bizcocho es una nueva receta que os pondré en breve en el blog. Es super esponjoso, muy tierno y al mismo tiempo firme. Se puede regar y también utilizar para forrar con fondant. ¡Vamos una maravilla! En este caso le puse esencia de azahar porque  es muy delicado y me gusta mucho como queda el sabor.


Para el relleno y la cobertura utilicé una swiss meringue buttercream ,una crema con una base de mantequilla y merengue suizo con sabor a manzana verde. Para mi gusto ¡deliciosa!
Esta es la parte de atrás
Al principio dudaba entre dos colores, pero al final me decidí por el verde manzana, que era un color mucho más fresco y además iba acorde con el sabor de la crema de la tarta, ¡aparte de ser el color favorito de mi amiga! Como es muy coqueta, pensé que los cosméticos en fondant le darían un toque estupendo al conjunto, por eso modelé una caja de polvos, una brocha, un lápiz de labios y un delineador de ojos.
Ella no se imaginaba lo que le había preparado, porque quería que fuera una sorpresa y no le dije como se la iba a hacer. Se que le gustó mucho porque cuando le llevé la tarta, al destapar la caja, se le iluminó  la cara ¡no se la esperaba así! -¡Es que da pena comérsela! - me dijo.
Para mi ha sido una satisfacción muy grande, hacerle este detalle porque la quiero mucho y se lo merece todo.
¡Muchas Felicidades Eva! ¡Qué cumplas muchos más y que se cumplan todos tus deseos! Que disfrutes de un dia maravilloso con los tuyos.  Y que cada año que pase te siga sorprendiendo como éste. Un besazo enorme.

Saludos

María José

Y  recuerda... ¡pon un dulce en tu vida!



martes, 7 de abril de 2015

MONAS DE PASCUA DE CHOCOLATE

¡Hola amigos! Ya estamos de vuelta y casi incorporados de nuevo a la rutina. Después de una semana de merecido descanso, en la cual  hemos aprovechado para salir al campo con los niños, montar en bicicleta y sobre todo disfrutar al aire libre de esté maravilloso tiempo que ha hecho en estos días, además de hacer manualidades en casa con los cascarones de los huevos. En resumen nos da pereza volver a reencontrarnos de nuevo con las tareas cotidianas. Se puede decir que hoy ya terminan las fiestas de Semana Santa con este soleado lunes de pascua.
Estos son los cascarones decorados por mis hijos
Como viene siendo tradición en varias partes de España: Murcia, Valencia, Cataluña, Islas Baleares y Aragón. Los tíos y padrinos regalan a sus sobrinos o ahijados la típica Mona el domingo de pascua.   El lunes se reune toda la familia en el campo, se hace una paella o una comida familiar y de postre se comparten las Monas.
Según el lugar del que provengan suelen ser diferentes: en la Comunidad Valenciana, existe una variedad de Mona que se llama Panquemado o Toña: es un pastel que contiene huevos cuya cáscara está pintada a modo decorativo. Los huevos ayudan a dar forma al pastel, que puede ser una figura de serpiente, mono o lagartija y por encima lleva anisetes de colores. En Cataluña y las Islas Baleares, la Mona tradicional la más antigua, es como la de Murcia, aunque también puede tener forma de corona. Pero la  repostería ha evolucionado tanto, que en la actualidad conviven diferentes tipos. Debido a esta evolución, los huevos de gallina se han sustituido por huevos de chocolate. Estos cada vez han ido tomando más relevancia, hasta convertirse en nuestros días, prácticamente en la pieza principal. Incluso las grandes firmas de repostería compiten entre ellas para ver quién realiza la escultura más sorprendente. Suelen ser piezas de gran tamaño, con diseños espectaculares y  hechas completamente de chocolate negro.

Nosotros también mantenemos esta tradición  en casa, y yo suelo prepararlas los lunes de pascua para mis niños. Por supuesto mis Monas caseras son eso "caseras", sencillas y sin ninguna complicación, puesto que yo no me voy a comparar con ningún maestro chocolatero, ellos si que hacen virguerías.
Si queréis preparar vuestras propias Monas de pascua en casa, tomad nota que os paso la receta y os muestro las que hoy he hecho yo.


Ingredientes:

180 gr Chocolate negro
180 gr Chocolate blanco
(Con estas cantidades he obtenido 3 huevos de chocolate blanco y tres huevos de chocolate negro)

Preparación:

Necesitamos un molde de silicona con forma de huevo de pascua para hacer nuestros huevos.
Os recomiendo de silicona porque son económicos,  más fáciles de desmoldar y de gran durabilidad, (os pongo la foto del que yo tengo). También podéis usarlos para hornear bizcochos en forma de huevo de pascua y forrarlos después con fondant.
Comenzamos fundiendo el chocolate negro. Yo lo hago en el microondas, pero tenéis que bajar la potencia y calentarlo de treinta en treinta segundos, con mucha precaución e ir parando y removiendo para que se vaya fundiendo poco a poco. Mucho cuidado porque si el chocolate se quema, amarga y ya no nos vale


Yo lo pongo en una manga pastelera para que me resulte más fácil rellenar el molde.

Y así quedan. Se baña el molde con el chocolate, justo para que tome la forma del cascarón  y se mete a la nevera unos 15 minutos o hasta que el chocolate endurezca.
Cuando el chocolate se haya endurecido, lo sacamos y desmoldamos con mucho cuidado para que no se partan los huevos.
Juntamos dos mitades. Yo he forrado con papel de aluminio un vaso de cristal, que me servirá de soporte para poder pegar con chocolate las dos partes sin tener que tocar el huevo con las manos, pues el chocolate con la temperatura corporal funde. Con la manga vertemos un hilo de chocolate a modo de "pegamento" para unir las dos mitades y lo metemos de nuevo a la nevera para que enfríe.
¡Ya tenemos las Monas de chocolate negro!
Ahora vamos a hacer las de chocolate blanco. Repetimos el proceso anterior. Fundimos en el microondas el chocolate blanco a muy baja temperatura, poniéndolo treinta segundos, removiéndolo y vigilando para que no se queme. El chocolate blanco funde antes que el negro, por eso tenemos que tener cuidado para que no se nos queme.

Lo ponemos en una manga desechable, eso nos facilitará el trabajo.
Y bañamos el molde con el chocolate blanco.
Lo metemos en la nevera durante unos 15 minutos o hasta que veamos que se ha endurecido por completo.
Procedemos a desmoldar con cuidado para que nos se nos partan. 
Juntamos las dos mitades, con la manga ponemos chocolate y unimos. Usamos de nuevo los vasos forrados con papel de aluminio, que nos servirán de soporte y evitaran que se nos derritan si los tocamos con las manos.
Y ya tenemos terminadas las Monas de chocolate blanco. Si no las vamos a consumir de inmediato, es mejor dejarlas en la nevera.
Con este paso a paso tan detallado, seguro que os saldrán unas Monas de pascua de chocolate para chuparse los dedos.
Harán las delicias de vuestros hijos si les gusta el chocolate.¿A qué esperáis para hacerlas?
Espero vuestros dulces comentarios.

Saludos

María José

Y  recuerda... ¡pon un dulce en tu vida!











lunes, 6 de abril de 2015

TORRIJAS DE CHICLE

¡Holaaaa! Ya estamos de vuelta. Después de una semanita en "modo descanso".
Ya se que os habéis puesto hasta arriba de comer dulces en esta Semana Santa, pero  no quería dejar pasar la oportunidad, de dejaros mi receta exclusiva de Torrijas con sabor a Chicle, porque además he tenido una ayudante de excepción, mi pequeña mini-chef. Ella fue quien me dio la idea. ¡Le encantan los chicles de fresa!  El miércoles pasado preparé torrijas, como hago siempre en estas fechas. Las hago de leche y canela porque para los niños no tengo costumbre de hacerlas de vino,  así me aseguro de que las puedan comer todos en casa. Cuando mi peque las probó, me dijo: " mami, están ricas, pero a mí me gustarían más si supieran a fresa". -¿A fresa? Pregunté yo-  "¡Si, a lo que saben los chicles!" dijo mi peque. Y entonces fue cuando se me encendió la bombilla... ¡Creo que podemos arreglarlo! le dije. Y decidida a ello este fue el resultado final de mi experimento. ¿Os atrevéis a descubrir un sabor nuevo? ¡Seguro que a vuestros hijos les encantará! Poneros el delantal y vamos con la receta.

Ingredientes:

  • 1 Barra de pan (mejor si lo dejáis de un día para otro) Salen unas 8 o 10 rebanadas aproximadamente.
  • 300 ml leche
  • 2 cucharaditas de Pasta de chicle (¡cuidado que es concentrado!)  (yo usé la marca Home Chef).
  • 2 Huevos M
  • Aceite de girasol suficiente para freír en la sartén
  • 150 gr de azúcar blanco 

Preparación:

Lo primero que debemos hacer es cortar el pan en rebanadas. Yo lo corto en oblicuo, así las rebanadas salen un poco más grandes, me gustan más como quedan. Pero si os gustan pequeñas, cortarlas normal.

Echamos en una fuente, la leche a temperatura ambiente. Es mejor que esté templada, sino el pan no chupará lo suficiente y las torrijas se quedarán secas por dentro. Añadimos las dos cucharaditas de Pasta de Chicle y removemos.

¡Veis que color más bonito ha cogido la leche! ¡No podéis imaginaros el aroma que desprende! ¡Mmm huele delicioso!










Ahora comenzamos a empapar bien las rebanadas.
Aquí está mi pequeña Mini-Chef, bañando las rebanadas de pan en leche. ¡Mirad que bien lo hace!
Este trabajo lo pueden hacer los niños, es una excusa perfecta para que os ayuden en la elaboración de este dulce y compartáis un momento agradable con ellos. Estas tareas no implican peligro y son muy fáciles de realizar para sus pequeñas aunque ágiles manitas.
Una vez bañadas, las dejaremos escurrir en un plato. Os recuerdo que tienen que estar muy mojadas para que el centro no se quede seco. Si es necesario, las volveremos a sumergir otra vez en la leche.









Batimos los huevos (en esto también nos pueden ayudar los peques de la casa).  Pasamos por huevo batido la rebanada bañada en leche.

Esto ya lo hacemos los adultos, pues el aceite caliente y el fuego son un peligro para los niños. Ponemos el aceite de girasol a calentar en una sartén.
Y con cuidado de que no nos salpique el aceite caliente,  freímos las rebanadas. Les damos la vuelta por las dos caras, hasta que se doren un poco.
Luego las sacamos y las ponemos sobre papel de cocina. Así dejamos que escurran el exceso de aceite y se enfríen un poco.









Ponemos en un plato el azúcar blanco. Cogemos las torrijas y las rebozamos. (Aquí mi pequeña me ayuda de nuevo. ¡Esas manitas rebozan muy bien!)
Las vamos dejando en un plato...¡Y ya las tenemos listas!
Como mi niña no se ha podido resistir a probarlas, como buen ayudante de cocina... Aquí tenéis su veredicto -"¡Mami éstas si que me gustan, están genial!"-
¡Aquí las tenéis, un postre tradicional y rico, digno de vuestros príncipes y princesas de la casa!
Y que podéis hacer con ellos, para merendar, aunque no sea Semana Santa. ¿Qué os parece?
Es una idea estupenda para que los niños coman torrijas con un sabor diferente y divertido.
¡Os aseguro que les encantarán!

Saludos

María José

Y  recuerda... ¡pon un dulce en tu vida!