Buenas tardes, hoy os traigo un caprichito, unos petit four. Algunos os preguntaréis que son. Pues son unos pastelillos, pequeños, que realmente se comen de un bocado. Su nombre proviene del francés petit four, horno pequeño, que traducido sería algo así como horno lento. La explicación se debe a que los pasteleros aprovechaban, una vez horneado el pan o los bollos, el calor remanente del horno una vez apagado, y con ese calor cocinaban estas pequeñas piezas que no resistían el calor del horno a pleno rendimiento. Os cuento la receta de mis petit four.
Ingredientes:
(Para el bizcocho)- 3 huevos
- 225 grs de azúcar
- 375 grs de harina
- 125 ml de leche
- 125 ml de aceite de girasol
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
- 1 sobre de levadura química.
- una pizca de sal
- 300 grs de mermelada al gusto. (para rellenar nuestros pastelillos) aunque yo los rellené con una buttercream que tenía ya hecha.
- Cápsulas de papel (como las de las magdalenas).
(Para la Glasa)
- 75 ml. de clara de huevo ( Yo utilizo clara de huevo pasteurizada, por seguridad para evitar la salmonelosis)
- 450 grs. de azúcar glasé (azúcar en polvo)
- una cucharadita de zumo de limón.
- una pizca de sal.
- Colorantes alimentarios (opcional). (Disponibles en tiendas de repostería).
Podemos utilizar la receta de glasa para decorar galletas, que podéis encontrar en mi blog, pero añadiéndole una cucharada de sirope de maíz, o si no tenéis sirope, también os vale una cucharada de glucosa.
Con estas cantidades, nos deberá salir masa en cantidad suficiente como para cubrir la bandeja del horno completa. Cuando tengamos horneado nuestro bizcocho, lo cortarenos por la mitad, para confeccionar nuestros pastelillos.
Preparación
Comenzamos por mezclar en la batidora con el accesorio de varillas, los huevos con el azúcar hasta que se conviertan en una mezcla esponjosa y hayan doblado su tamaño. Seguidamente iremos añadiendo sin dejar de batir, el aceite, la vainilla, y la leche.
En un bol aparte, tamizamos juntos los ingredientes secos: la harina, la levadura y la sal. Cuando lo tengamos tamizado, los añadiremos poco a poco, de cucharada en cucharada a la mezcla de ingredientes líquidos, sin dejar de batir a velocidad baja.
Cuando se haya integrado toda la harina, paramos de batir. Forramos con papel de horno, la bandeja de nuestro horno. Seguidamente vertemos la mezcla sobre el papel de horno y con una espátula la repartimos por igual para que quede del mismo grosor por todos los lados. Precalentaremos el horno durante 10 minutos a 180ºC.
Metemos la bandeja en el horno de 10 a 12 minutos, o hasta cuando empiece a dorarse por arriba y al pincharle un palillo, éste salga limpio.
Una vez cocido el bizcocho lo sacamos del horno y dejamos que se enfríe. Cuando esté frío totalmente, cortaremos la plancha de bizcocho en dos.
Cogemos una mitad y la untamos por encima con la mermelada que hayamos elegido (yo utilicé buttercream). Ponemos encima la otra mitad del bizcocho y recortamos los bordes para dejar iguales los lados y así poder cortar en cuadraditos los petit four.
Disponemos los cuadraditos de bizcocho cortados en una rejilla de horno, yo pongo debajo una bandeja para que los pastelitos escurran el exceso de glasa. Cuando ya he preparado la glasa (he utilizado colorantes alimentarios, para darle un toque festivo a mis petit four) la coloco dentro de una manga pastelera sin boquilla o con una boquilla ancha, para que me resulte más fácil cubrir los pastelitos por todos los lados.
Se bañan bien por todos los ángulos, procurando no dejar ningún sitio por cubrir de glasa. Dejamos secar en la misma rejilla y cuando estén listos, los disponemos en unas cápsulas de papel para presentarlos en la mesa (sirven las cápsulas para hacer magdalenas). Y este es el resultado. No es difícil su elaboración y como podéis ver el resultado es espectacular. También se pueden preparar de forma anticipada (con un día o dos) para una velada, o para estas fiestas, ya que ésta tan próxima la navidad, (hay que tener en cuenta que si los preparamos antes, debemos de cubrirlos con papel film cuando estén secos, para preservarlos y evitar que endurezcan).
Seguro que amigos y familiares se sorprenderán.
Vamos anímense a preparar unos deliciosos petit four para sus niños, su familia, sus visitas o sus amigas. Son exquisitos para la merienda, el café, tomar el té, o como broche de oro de una cena de gala. No es necesario buscar ninguna excusa para ponerse manos a la obra. Amigos, espero sus comentarios.
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