Hola a todos. Este fin de semana ha sido el cumpleaños de mi suegra ¡Felices 77 Marga! ¡ Y a cumplir muchos más! Y como no le gusta demasiado el dulce, he optado por una tarta muy fácil de hacer y nada empalagosa. Ideal para todos los gustos y estupenda en cualquier temporada del año. Tan versátil que con sólo cambiar la fruta, podemos hacer una refrescante tarta de verano, como una colorida tarta de otoño. En esta ocasión he escogido entre otras frutas: kiwi, piña, melocotón y para adornar, unas guindas. Como podéis ver el resultado es muy apetitoso.
Es una tarta muy ligera, pues su base está hecha con masa brisa, ya sabéis que es ideal para hacer tartas y quichés. Yo soy fan de esta masa. También utilizo la masa de hojaldre, pero la masa brisa es mi favorita.
Ingredientes:
- 1 Lámina de pasta brisa (la encontramos en la sección de refrigerados en el supermercado)
- 1 Sobre de preparado para flan (yo utilizo de la marca Royal)
- 500 ml de leche.
- 6 cucharadas de azúcar
- 1 lata de medio kilo de melocotón en almíbar.
- 1 lata de medio kilo de piña en su jugo.
- 1 bote de guindas en almíbar.
- 1 sobre de gelatina neutra (equivale a 6 hojas de gelatina)
- 400 ml de agua
- 100 ml de licor de naranja (tipo Cointreau) se puede poner otro a tu gusto. (opcional)
Preparación:
En una bandeja apta para horno, extendemos la masa brisa, cubriendo bien toda la superficie y con un tenedor la pinchamos.
Precalentamos el horno a 180ºC durante unos 15 minutos. Una vez que esté caliente, meteremos nuestra bandeja de 10 a 15 minutos, o hasta que empiece a dorarse por arriba ( es importante que vigiléis vuestro horno, pues como yo digo, cada horno es un mundo, y si os descuidáis se os puede arruinar vuestra tarta). Cuando esté, la sacaremos y la dejaremos enfriar en una rejilla.
Mientras tanto iremos preparando la crema pastelera, que en este caso sustituiremos por un sobre de preparado para flan (yo utilizo un sobre de Royal). Ponemos en un cazo 300 ml de leche y cuatro cucharadas de azúcar a calentar a fuego medio. Removemos con unas varillas de vez en cuando, para que el azúcar se disuelva. En una taza, echaremos el sobre de flan y añadiremos los 200 ml de leche restantes para disolver el preparado. Removeremos con una cuchara, hasta que el preparado del sobre se haya disuelto en la taza de leche. Cuando se haya disuelto por completo, lo vertemos en el cazo que tenemos al fuego y removemos sin dejar que hierva. Cuando veamos que va a empezar a hervir, lo retiraremos del fuego y seguiremos removiendo de vez en cuando con las varillas, para que se enfríe. Cuando se haya enfriado y ya esté a temperatura ambiente, lo echaremos en la base de nuestra tarta y lo repartiremos de forma homogénea con ayuda de una espátula.
Llegados a este punto, metemos la base de la tarta con la crema en el frigorífico, durante al menos 10 minutos, mientras que nosotros pelamos y troceamos la fruta que vamos a utilizar para decorar la tarta.
Entonces dispondremos la fruta en forma de mosaico y repartiremos la misma encima de la crema a nuestro gusto, pudiendo crear a nuestro antojo el diseño de la tarta de frutas. Aquí os dejo la muestra de cómo quedó la mía. Cada uno puede dejar volar su imaginación para el diseño de su tarta.
Por último, solo nos queda darle un toque de brillo a la fruta. Esto lo hacemos con la gelatina neutra. Mientras dejamos de nuevo la tarta en la nevera. Ponemos a calentar en un cazo 200 ml de agua, a fuego medio. Añadimos dos cucharadas de azúcar y removemos con unas varillas hasta que se disuelva. Aparte en un bol, echamos el sobre de gelatina neutra y añadimos 200 ml de agua fría y removemos hasta que la gelatina se haya disuelto por completo. Cuando el agua del cazo comience a hervir, añadiremos los 100 ml de licor de naranja, removeremos y dejaremos dos minutos que hierva para que evapore el alcohol. Retiraremos del fuego y añadiremos la mezcla del bol, sin dejar de remover hasta que se disuelva del todo. Removemos de vez en cuando y dejaremos enfriar del todo. Cuando haya alcanzado la temperatura ambiente, lo meteremos en la nevera durante unos 10 a 15 minutos, para que coja cuerpo antes de añadirlo a la fruta. Verteremos la gelatina sobre la tarta y nos quedará así.
Deberemos dejarla en la nevera de 3 a 5 horas, para que solidifique. Yo prefiero prepararla con un día de antelación; la dejo reposar en el frigorífico toda la noche y al día siguiente está lista para degustar. Espero que os apasione tanto como a mi familia y me dejéis vuestros comentarios.
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