miércoles, 22 de abril de 2015

TARTA TELEFÉRICO

Hola a todos. Esta semana ando bastante liada porque se acerca la época de las comuniones y estoy trabajando a fondo en un muestrario de galletas de comunión de niña. Cuando las tenga terminadas, os pondré las fotos para que las veáis. Pero hoy os traigo la tarta de cumpleaños de Ramón un pequeño de cuatro años, ¡que me encanta! porque tiene su propia personalidad: Inquieto, observador, inteligente y con mucho carácter. Él ha sido una de las personas que me lo ha puesto más difícil a la hora de pedirme que le haga su tarta de cumpleaños. El año pasado, me pidió un extintor de tarta (si queréis echarle un vistazo podéis pinchar aquí).
Este año su madre me dijo que le apasionaban los teleféricos y también los trenes; a esas dos pistas empecé a darles vueltas en mi mente hasta lograr una idea que fusionara ambas, y este ha sido el resultado.
Un pueblecito pequeño, en un valle con un pequeño lago con patitos, un tren con su parada y unas montañas con un teleférico para poder disfrutar de todas las vistas.
En esta ocasión el reto era montar el teleférico sin que se cayera todo el invento. La idea consistía en montar unos soportes que harían de "estación" para el teleférico, esos soportes los hice con palitos de chocolate Mikado, pegados entre sí con chocolate negro fundido. Para el teleférico modelé una pequeña cabina de fondant en miniatura y la pegué con chocolate fundido en un cable improvisado de regaliz rojo. El tren, el pueblo, el lago y la parada del tren todo realizado en fondant.(los soportes de la parada del tren, también con palitos de Mikado).
En el frente de la tarta, unos Lacasitos con el nombre del niño y una locomotora de tren que a través de un túnel da la vuelta a la montaña.
El bizcocho de la tarta es de chocolate, relleno de buttercream de vainilla. Las montañas y la cobertura de la tarta de ganaché de chocolate negro y la hierba de crema de vainilla.


Vista de la vía que atraviesa el túnel y rodea la montaña

Esta es la vista general de la tarta antes de ponerle el teleférico.
Y ésta con el teleférico instalado. ¿Qué os parece?
Disfruté muchísimo haciendo esta tarta porque este tipo de trabajo es el que desarrolla mi imaginación y pone a prueba todas mis habilidades. Conseguí que toda la tarta fuera completamente comestible, que eso de por sí ya es un gran reto. Creo que este año también puedo decir -¡Reto superado!-
Sólo me queda comentaros que lo pasamos de maravilla en el cumpleaños, los niños se divirtieron un montón y que al cumpleañero le gustó la tarta y se comíó el teleférico y el tren ¡él solito!.
¡Muchas felicidades Ramón, qué cumplas muchos más! Gracias por compartir con nosotros un día tan especial y divertido. ¡Un besote enorme!


Saludos

María José

Y  recuerda... ¡pon un dulce en tu vida!


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