¡Hola a todos! Ya estoy de vuelta, después de un período largo de nuevos y variados proyectos, aquí vengo con una deliciosa receta para hacer galletas de mantequilla. Esta vez las galletas son las de graduación de mi hijo. En el blog tengo una receta muy rica para decorar con fondant, aunque en esta ocasión os voy a dar una variante con sabor a limón. ¡Empezamos!
Ingredientes:
- 250 grs. Mantequilla a temperatura ambiente
- 150 grs. Azúcar
- 1 Huevo grande
- 550 grs. Harina
- Ralladura de 1 limón
- 1 cucharadita pequeña de extracto de almendra
Preparación:
Ponemos a batir en el bol de la amasadora con el accesorio de las varillas, la mantequilla que tiene que estar a punto pomada. Con la máquina en marcha a velocidad media, vamos añadiendo el azúcar en forma de lluvia, poco a poco, hasta que se vaya integrando con la mantequilla y la mezcla blanquee. Notaremos como la crema va cogiendo un color más pálido.
En este momento, paramos la amasadora y cambiamos el accesorio de varillas por la "K", que es la pala que lleva la Kitchen Aid. Ponemos este accesorio porque no queremos meter aire en la masa.
Con la máquina en marcha añadimos poco a poco el huevo ligeramente batido, y dejamos batir a velocidad media hasta que la masa adopte una textura suave y sedosa. y el huevo se haya integrado totalmente en la mezcla de mantequilla y azúcar.
Seguidamente añadimos el extracto de almendra y la ralladura de limón, y batimos unos segundos más.
Por último iremos añadiendo la harina en varias tandas. Paramos la máquina y con ayuda de un colador, tamizamos la harina para que no tenga grumos. Ponemos a batir a velocidad muy lenta, hasta que se integre la harina en la mezcla de mantequilla. Y así lo volveremos a repetir hasta terminar de añadir toda la harina.
La masa resultante debe ser manejable y despegarse del bol.
Con ayuda de un rodillo, la extendemos entre dos papeles de horno, Dejando un grosor de unos 5mm aproximadamente. Pasamos la plancha de galleta a una bandeja y la llevamos a refrigerar, dejándola reposar en el frío durante una hora.
Pasado este tiempo, encendemos el horno y precalentamos a 180ºC.
Elegimos un corta pastas o cortador de galletas, si no tenemos, nos servirá un vaso, un aro de emplatar, o una tapa de algún bote que tenga forma bonita.
Yo he elegido un cortador de galletas en forma de birrete, ya que las galletas que quería hacer eran para la graduación de mi hijo que ha finalizado con éxito secundaria.
El tiempo de horneado de las galletas variará según vuestro horno, de 8 a 10 minutos. Yo las dejé en el mío 8 minutos y medio. Pero debéis probar y ver que no salgan muy tostadas, es mejor que salgan blanquitas a que se os quemen.
Una vez horneadas. Las dejamos enfriar en la misma bandeja durante 5 minutos. Luego las podéis retirar a una rejilla para que se terminen de enfriar del todo. Pasada una hora ya se pueden decorar con glasa o con fondant, como prefiráis.
Yo, las que preparé para mi hijo, las forré con fondant y las terminé decorando con glasa (si queréis la receta de la glasa, pinchar aquí) para hacer los flecos del birrete.
En estas fotos os muestro el resultado.
Yo he elegido un cortador de galletas en forma de birrete, ya que las galletas que quería hacer eran para la graduación de mi hijo que ha finalizado con éxito secundaria.
El tiempo de horneado de las galletas variará según vuestro horno, de 8 a 10 minutos. Yo las dejé en el mío 8 minutos y medio. Pero debéis probar y ver que no salgan muy tostadas, es mejor que salgan blanquitas a que se os quemen.
Una vez horneadas. Las dejamos enfriar en la misma bandeja durante 5 minutos. Luego las podéis retirar a una rejilla para que se terminen de enfriar del todo. Pasada una hora ya se pueden decorar con glasa o con fondant, como prefiráis.
Yo, las que preparé para mi hijo, las forré con fondant y las terminé decorando con glasa (si queréis la receta de la glasa, pinchar aquí) para hacer los flecos del birrete.
En estas fotos os muestro el resultado.
Cuando pasen varias horas y la glasa esté seca por completo, se pueden empaquetar individualmente en bolsitas de celofán para que se conserven durante más tiempo frescas.
La ceremonia de graduación fue preciosa. Disfruté escuchando a los chicos, hablar sobre sus experiencias e impresiones en el colegio durante estos años. Y también a los profesores, narrando innumerables anécdotas de todos ellos.
Así quedaron personalizadas en sus bolsitas. Mereció la pena todo el trabajo, porque resultaron el broche perfecto para una emotiva celebración. Un lindo recuerdo de graduación para los amigos, compañeros y profesores de mi hijo. No hay mejor manera para despedir una hermosa etapa y para dejar un buen sabor de boca, que con unas deliciosas galletas. ¡Enhorabuena graduados!