¡Por fin llegó el día! ¡Se casa mi amiga Pilar! ¡Qué nervios y que ilusión! ¡Y cuántos preparativos conlleva una boda! Yo ya casi ni me acuerdo, hace dieciocho años que me casé y la verdad, no se si es bueno o malo, pero se me han pasado volando. De hecho cada año se me pasa más rápido el tiempo y eso empieza a preocuparme un poco. Pero ahora no voy a divagar con eso... Lo importante es que Pilar y José Antonio han visto cumplido su sueño y ya son oficialmente marido y mujer. ¡Vivan los novios!
Me apetecía llevarle un detalle dulce a mi amiga y como la ceremonia iba a ser en plan familiar, pues pensé que la mejor opción serían las galletas, para que las repartiera a modo de detalle, entre todos los asistentes a la boda.
Una idea que me pareció muy bonita fue la de los corazones en forma de novio y de novia y otra galleta en forma de tarta nupcial.
Este es el resultado. Aquí se ven envueltas individualmente y con su pegatina del enlace. Las galletas hicieron las delicias de los invitados y sorprendieron gratamente a los novios.
Con este dulce presente, solo me queda desearos la más dulce de las uniones. ¡Enhorabuena qué seáis muy muy felices! Un beso.
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